
Group of Senior Retirement Friends Happiness Concept
Es difícil mantenerse mentalmente ágil y sano durante esta importante transición; una planificación cuidadosa es clave

ara las millones de personas que se jubilan cada año, dejar de trabajar puede parecer un merecido descanso. Pero también puede provocar grandes cambios en la salud cerebral, incluyendo un mayor riesgo de deterioro cognitivo y depresión.
“Antes de jubilarse, uno se levanta por la mañana, socializa con sus compañeros y lidia con los desafíos mentales del trabajo”, dice Ross Andel, profesor de la Universidad Estatal de Arizona que estudia el envejecimiento cognitivo y la jubilación. “De repente, después de los 60 años, se pierde esa rutina”, añade.
Existe la idea de que el cuerpo y el cerebro se adaptan cuando ya no son necesarios, cuenta. “Es entonces cuando se observa el deterioro y su respuesta natural a la inactividad”.
Pero la jubilación también puede ser una oportunidad para mejorar la salud cognitiva y mental, con más tiempo para socializar y disfrutar de aficiones. “Incluso si se ha comenzado a experimentar cierto declive, existen pruebas sólidas de que el cerebro puede recuperarse de periodos de inactividad, incluso en la vejez”, afirma Giacomo Pasini, profesor de econometría en la Universidad Ca’ Foscari de Venecia, quien estudia el impacto de la política económica en la salud mental de las personas mayores.
Por The New York Times